A room with a floor with colors in circles of green blue and red which seem to be swirling. The background is a jagged circular shape of deep blue against white emerging towards the top as teal into the dark blue. Near the bottom of this abstract background are semi circles of magenta and lighter blue. Three silhouettes stand in front of this background and on the colorful floor. To the left are more panels with large dark green leaves with purplish veins.

Acerca de la Experiencia

Música para los ojos, explora momentos clave en el desarrollo del estilo tan personal de Georgia O’Keeffe. Esta experiencia es una colaboración entre Electric Playhouse y el Museo Georgia O’Keeffe.

Introducción

Cuando ya era mayor, Georgia O’Keeffe recordó la experiencia de un instructor que tocaba diferentes tipos de música y les pedía a los estudiantes que dejaran que la música inspirara sus dibujos. O’Keeffe recordó: 

“Esto me dio una idea que, luego, me interesó mucho seguir: la idea de que la música podría traducirse en algo para los ojos”.

Inspirándose en la descripción de O’Keeffe, esta experiencia inmersiva, Música para los ojos (Music for the Eyes), explora momentos clave en el desarrollo del estilo tan personal de Georgia O’Keeffe.

Orientación

La experiencia comienza con una orientación inmersiva de 12 minutos que muestra interpretaciones de las obras de la artista, que nunca se habían visto antes.

La música que se presenta en esta experiencia de orientación se puede escuchar en la siguiente lista de reproducción:

Georgia O’Keeffe es una de las artistas más reconocidas del siglo XX. Como figura destacada en el desarrollo del arte moderno, fue una de las primeras pintoras del mundo en adoptar la idea de la abstracción. En sus pinturas y obras sobre papel, las formas naturales se disuelven en formas, líneas y colores expresivos.

Capítulo 1: Los materiales como idioma

Georgia O’Keeffe recibió una educación artística tradicional en Chicago, Virginia y Nueva York. En 1915, cuando se acercaba a los treinta años, luchaba por encontrar su propia voz en el arte y, por un tiempo, se alejó de la pintura. Al año siguiente, decidió comenzar de nuevo; dejó de lado su formación y exploró nuevos modos de expresión en dibujos de carboncillo radicalmente abstractos a los que llamó Especiales (Specials). La amiga de O’Keeffe, Anita Pollitzer, envió algunos de estos dibujos al prestigioso galerista Alfred Stieglitz, quien reconoció lo innovadores que eran. Impresionado, los exhibió en su galería poco después y, finalmente, persuadió a O’Keeffe para que regresara a Nueva York. Más tarde, se unirían en matrimonio.

“Descubrí que podía decir cosas con colores y formas que no podía decir de otra manera, cosas para las que no tenía palabras”.

—Georgia O’Keeffe

Capítulo 2: Inmensidad y maravilla

En 1916, Georgia O’Keeffe aceptó un cargo de profesora en el oeste de Texas, donde encontró belleza y asombro en la inmensidad de los cañones y las llanuras. Su trabajo de este período incluye una serie de acuarelas con técnicas de líneas nítidas y controladas, contrastadas con áreas donde los colores se mezclan con mayor libertad.

“El viento es descuidado, incierto; me gusta el viento, se parece más a mí que a cualquier otra cosa; me gusta la forma en que sopla las cosas con brusquedad, incluso con malicia, y luego, al minuto siguiente, parece amarlo todo”.

—Georgia O’Keeffe

“…era como el océano, pero era una tierra muy, muy extensa. La estrella vespertina estaría alta en el cielo del atardecer, todavía a pleno día. Esa estrella vespertina me fascinó. Solo podía caminar hacia la nada y el inmenso espacio del atardecer con la estrella”.

—Georgia O’Keeffe

“…un tren que observé como una estrella en el horizonte (fue grandioso verlo pasar durante tanto tiempo) nunca se acercó lo suficiente como para ser otra cosa más que una pequeña línea…”.

—Georgia O’Keeffe

Georgia O’Keeffe. Tren de noche en el desierto, 1916. Acuarela y lápiz en papel.

Capítulo 3: Nuevas perspectivas en Nueva York

En la década de 1920, Nueva York era una metrópolis bulliciosa llena de nuevas ideas en arte, arquitectura, música y literatura. Georgia O’Keeffe estuvo en el centro de esta energía creativa y se convirtió en una de las artistas más mencionadas del país.

“Nunca había vivido tan alto y estaba tan emocionada que empecé a hablar sobre tratar de pintar Nueva York. Me dijeron que era una idea imposible; incluso a los hombres no les había ido muy bien”.

—Georgia O’Keeffe

Capítulo 4: El universo en una flor

Quizás, Georgia O’Keeffe es más conocida por sus evocadoras pinturas de flores. Con colores vívidos y formas simplificadas, O’Keeffe jugó con la escala y amplió las imágenes para ofrecer perspectivas inesperadas. Las composiciones de flores de O’Keeffe confundieron y despertaron el interés de los críticos en la escena artística dominada por los hombres de la época, que leyeron referencias sexuales y anatómicas en las pinturas, pero la artista persistió en seguir su propio camino independientemente de cómo otros interpretaran su trabajo.

“Cuando tomas una flor en tu mano y realmente la miras, se vuelve tu mundo por el momento. Quiero ofrecerle ese mundo a otra persona”.

—Georgia O’Keeffe

Georgia O’Keeffe. Campanilla negra – espuela de caballero azul, 1930. Óleo en lienzo.

Capítulo 5: Paisajes abstractos

En 1929, durante un momento particularmente difícil de su vida, Georgia O’Keeffe hizo un viaje a Taos, Nuevo México, 140 millas al norte de Albuquerque. Este viaje le permitió hacer la escapada que necesitaba de Nueva York y le sirvió para estimular su creatividad. Comenzó a hacer viajes anuales a Nuevo México y, en 1949, se mudó definitivamente al estado. Como había estado en el oeste de Texas, O’Keeffe estaba fascinada por la variedad de paisajes del suroeste.

“Eso inexplicable que tiene la naturaleza me hace sentir que el mundo es más grande que mi comprensión, para entender, quizás, mientras trato de darle una forma. Para encontrar la sensación de infinito en la línea del horizonte o justo sobre la siguiente colina”.

—Georgia O’Keeffe

Outro

“He estado absolutamente aterrorizado en cada momento de mi vida, y nunca he dejado que eso me impida hacer nada de lo que quería hacer”.

—Georgia O’Keeffe

Muro de título

Momento de recuerdo

Durante su visita a Taos, Nuevo México en 1929, Georgia O’Keeffe (a la izquierda) y su amiga y compañera de viaje, Rebecca Stand (a la derecha), mandaron a hacer este retrato en ferrotipo como recuerdo de su visita.

¡Cree su propio suvenir para recordar su visita a la exhibición Música para los ojos!

Diversión de flor de cabeza de carnero

Octágono

Revelado de acuarela

Georgia O’Keeffe. Tres Mujeres, 1918. Watercolor and graphite on paper, 8 7/8 x 6 inches. Museo Georgia O’Keeffe. Donació Gerald & Kathleen Peters.

Isla

Observe detenidamente

“…ver lleva tiempo, como tener un amigo lleva tiempo”.

—Georgia O’Keeffe

Explore la idea de “observar detenidamente” en esta experiencia que reimagina tres obras de arte creadas en Nuevo México entre los años 1944 y 1950.

Composición musical original: Basinski de Chris Alires.

Tarjetas de colores

Hacia 1923, O’Keeffe empezó a diseñar pequeñas tarjetas de colores sobre lienzo que utilizaba como referencia visual para la composición de sus pinturas. Cada tarjeta estaba pintada de un color diferente, algunas inscritas con notas que provenían de la mano de la artista. 

Landscape

Observe más de cerca

…rara vez nos tomamos el tiempo de contemplar realmente una flor. He pintado lo que significa cada flor para mí y la he pintado lo suficientemente grande como para que otros puedan ver lo que yo veo.

—Georgia O’Keeffe

Georgia O’Keeffe jugaba con la escala al “ampliar” y permitir que la composición pareciera extenderse más allá del lienzo. Este tipo de encuadre se vio influenciado por la aparición de la fotografía como una expresión artística a principios del siglo XX.

Gris Azul y Negro – Círculo Rosa, 1929

“Nada es menos real que el realismo. Los detalles son confusos. Solo mediante la selección, la eliminación, el énfasis, llegamos al significado real de las cosas”.

—Georgia O’Keeffe

Líneas bailando

Escuche la música que aparece en Líneas bailando.

Créditos

Nos gustaría agradecer a las siguientes personas por su trabajo y apoyo en esta exposición.

Electric Playhouse

Luke Balaoro
Max Beck 
Brandon Garrett
Maddy Minnis
Brittany Nacki
Bill Pritchard
Simone Seagle
Eric Yakley

Georgia O’Keeffe Museum
Liz Neely
Ariel Plotek
Liz O’Brien
Yaritza Pule
Renee Lucero
Krisi Breeze
Dale Kronkright
Liz Ehrnst

Diseño de sonido y música
Chris Alires
Audio de stock procedente de Soundly y Freesound.org.

Diseños de títulos y pantallas
Rebx Berdel